Cuestionario

para empresas, colegios, AMPAS e instituciones

¿Qué hay que preguntar para elegir la mejor opción?

A menudo es difícil saber qué criterios seguir para escoger una academia de inglés

¿Qué metodología sigue la empresa?

Es fundamental saber qué sistema se sigue: No es lo mismo que cada profesor imponga su criterio en clase a que todos tengan unas pautas y objetivos en común. La empresa tiene que utilizar una metodología eficaz, adaptada a las edades de los alumnos y con objetivos cuantificables.

Algunos ejemplos: Método Natural, Método Comunicativo, Método Oral, Método Tradicional…

¿Qué materiales de clase utilizan?

La manera más fácil de dar clase es siguiendo un libro de texto, pero no siempre es la más efectiva, sobretodo si contamos con pocas horas semanales y hay que aprovechar el 100% del tiempo con el profesor.

No todos los alumnos aprenden al mismo ritmo, por lo que si todos tienen que terminar el mismo libro, algunos lo verán muy fácil y otros se limitarán a hacer ejercicios sin asimilar los contenidos.

Lo ideal es utilizar material que se pueda individualizar, como aplicaciones informáticas con las que los alumnos avanzan según van superando las preguntas.

¿Cuántos niños hay en cada grupo?

Es muy difícil enseñar inglés correctamente a 20 niños de 3 años. Hay que ser capaz de captar su atención el máximo tiempo posible, ya que normalmente contamos con muy pocas horas semanales para estar con ellos.

Es mucho más eficaz hacer pequeños grupos para que ningún alumno se despiste. Nunca más de 12 ó 14, dependiendo también de la edad.

¿Qué actividades hacen en clase?

Las actividades tienen que estar definidas por la edad de los alumnos. Hay que distinguir claramente entre los pequeños (hasta los 7-8 años), que van a centrarse en el Listening y Speaking, y los alumnos que van a aprender las 4 destrezas: writing, reading, listening and speaking.

Hay que establecer una variedad de actividades que sean a la vez atractivas y educativas para los alumnos. No tiene sentido por ejemplo dar fichas con dibujos gigantes para colorear porque les guste a la mayoría de niños y van a estar un buen rato «entretenidos». También hay que innovar y cambiar de actividad cada cierto tiempo para evitar la monotonía.

¿Hay deberes para casa?

Si después de una jornada de 8 horas de los alumnos, que probablemente se alargue aún más, tienen que hacer deberes o estudiar en casa, mal vamos. Si se aprovecha y se exprime el tiempo de clase debe ser suficiente para alcanzar los objetivos anuales.

¿Qué nivel tendrán los alumnos al terminar el curso?

El nivel debe ser medible, y no solo sacando buenas notas en el colegio, ya que va a depender de si el alumno se ha estudiado el vocabulario que toque el día anterior, sino que haya una manera externa y objetiva de medir los progresos.

Algunos ejemplos: Exámenes oficiales, o aplicaciones que analicen lo que sabe un alumno al empezar y compare los resultados al finalizar el curso.

¿Cuántos alumnos consiguen titulación oficial anualmente?

La mejor prueba de la calidad de enseñanza de una academia son sus resultados. Éstos deben ser externos y oficiales, para determinar el nivel alcanzado.

Si la empresa simplemente «prepara» para exámenes oficiales pero año tras año no se presenta ningún alumno o no aprueban, es imposible determinar si la formación ha sido la adecuada.